
Esclerosis lateral amiotrófica

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que ataca las células nerviosas motoras, las encargadas de controlar el movimiento voluntario, lo que provoca debilidad muscular, espasticidad y, en última instancia, parálisis.
La causa exacta de la ELA se desconoce, aunque se han identificado algunos factores de riesgo:
- Edad: La ELA afecta principalmente a adultos entre los 40 y los 60 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
- Sexo: Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar ELA que las mujeres.
- Genética: En algunos casos, la ELA puede ser causada por mutaciones genéticas heredadas.
- Factores ambientales: Se han propuesto algunos factores ambientales, como la exposición a toxinas o virus, como posibles contribuyentes a la enfermedad.
Los síntomas varían de persona a persona y progresan a lo largo del tiempo. Los más comunes son:
- Debilidad muscular que suele comenzar en las manos, los brazos o las piernas y se extiende gradualmente a otras partes del cuerpo.
- Espasticidad, rigidez y endurecimiento de los músculos, lo que puede dificultar el movimiento y causar dolor.
- Disartria, que es la dificultad para hablar, y se manifiesta como una voz débil, arrastrada o ininteligible.
- Disfagia, que es la dificultad para tragar, y que puede aumentar el riesgo de atragantamiento y broncoaspiración.
- Atrofia muscular, que es la pérdida de masa muscular.
El diagnóstico es complicado y se realiza haciendo una evaluación neurológica exhaustiva, con estudios de imagen y electromiografía. Aunque no existe una cura para la ELA, los tratamientos con medicamentos, terapia y asistencia pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.