
Más que un dolor de cabeza.

La migraña es un trastorno neurológico que se manifiesta con dolores de cabeza intensos y recurrentes. A menudo, estos dolores se acompañan de otros síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido, y alteraciones visuales. Aunque el dolor suele concentrarse en un lado de la cabeza, puede afectar a ambos lados.
Las causas exactas de la migraña aún no se conocen por completo, pero se cree que involucran una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos de los factores que pueden desencadenar una migraña incluyen:
- El estrés emocional o físico puede ser un desencadenante común.
- En mujeres, los cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual.
- Alimentos como el chocolate, el queso añejo, el vino tinto y las comidas procesadas pueden provocar migrañas en algunas personas.
- Los patrones de sueño irregulares o la falta de sueño pueden desencadenar migrañas.
- Los cambios bruscos en la temperatura o la presión atmosférica pueden ser factores desencadenantes.
- Los olores intensos, como los perfumes o los productos químicos, pueden provocar migrañas.
Los síntomas de la migraña pueden variar de una persona a otra, y además del dolor de cabeza intenso, pueden incluir:
- Aura, es decir luces intermitentes, puntos ciegos u hormigueo en una parte del cuerpo, antes de que aparezca el dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos que pueden empeorar con el movimiento.
- Sensibilidad a la luz y al sonido, que pueden intensificar el dolor de cabeza.
- Fatiga, debilidad o cansancio después del dolor de cabeza.
El tratamiento de la migraña depende de la frecuencia y la gravedad de los ataques. Si tienes migrañas frecuentes o intensas, es importante que consultes a tu médico. Nunca te automediques.