
Cardiopatías congénitas.

Las cardiopatías congénitas son defectos en la estructura del corazón que están presentes desde el nacimiento. Estos problemas ocurren cuando el corazón o los vasos sanguíneos cercanos no se desarrollan correctamente durante el embarazo. Las cardiopatías congénitas pueden variar desde condiciones leves, que no causan síntomas evidentes, hasta problemas graves que requieren atención médica inmediata tras el nacimiento.
El corazón de un bebé comienza a formarse en las primeras semanas del embarazo. Durante este tiempo, ciertas alteraciones del desarrollo normal pueden provocar una cardiopatía congénita. Estas condiciones incluyen agujeros en las paredes del corazón, válvulas que no funcionan correctamente o conexiones anormales entre los vasos sanguíneos.
Existen varios tipos de cardiopatías congénitas, entre las más comunes están:
- Comunicación interauricular o interventricular: Agujeros en las paredes que separan las cavidades del corazón, lo que permite que la sangre fluya de manera anormal entre ellas.
- Tetralogía de Fallot: Una combinación de cuatro defectos que afectan el flujo de sangre y la cantidad de oxígeno transportado al cuerpo.
- Transposición de las grandes arterias: Los vasos sanguíneos principales están invertidos, lo que afecta la circulación normal de la sangre.
- Estenosis valvular: Las válvulas del corazón están estrechas o bloqueadas, dificultando el flujo sanguíneo.
Las cardiopatías congénitas pueden detectarse durante el embarazo mediante ultrasonidos especializados, conocidos como ecocardiogramas fetales. También se pueden diagnosticar después del nacimiento o incluso en la niñez o la edad adulta, dependiendo de la gravedad.
Los síntomas que pueden alertar sobre una cardiopatía congénita son:
- Dificultad para respirar.
- Coloración azulada en la piel, labios o uñas (cianosis).
- Fatiga rápida al comer o realizar actividad física.
- Crecimiento lento o bajo peso.
El tratamiento de las cardiopatías congénitas depende del tipo y la gravedad del defecto. Algunas condiciones leves pueden no requerir tratamiento, mientras que otras podrían necesitar medicamentos, cirugías o procedimientos con catéter para reparar el defecto.
En los casos más complejos, puede ser necesario realizar varias cirugías a lo largo de la vida del paciente. Además, es fundamental el seguimiento médico regular con un cardiólogo especializado en cardiopatías congénitas.