
Acúfeno pulsátil, cuando escuchas tu propio pulso.

El acúfeno pulsátil es una forma particular de acúfeno o tinnitus, que se caracteriza por la percepción de un sonido rítmico en uno o ambos oídos, sincronizado con los latidos del corazón. A diferencia del acúfeno más común —ese zumbido o silbido constante que solo escucha la persona que lo padece—, en el acúfeno pulsátil el sonido se siente como un golpeteo, un “bum-bum” o un latido repetitivo, que va al mismo ritmo que el pulso.
Quien lo experimenta puede tener la sensación de que “escucha” su propia circulación sanguínea. Esto puede presentarse de forma intermitente o constante, y puede ser muy molesto, especialmente en ambientes silenciosos o durante la noche. En algunos casos, el sonido incluso puede ser detectado por un médico con un estetoscopio, lo cual lo clasifica como un acúfeno objetivo.
El acúfeno pulsátil tiene distintas posibles causas. Una de las más frecuentes es el aumento del flujo sanguíneo cerca del oído, como ocurre en casos de hipertensión arterial, anemia, fiebre o durante el embarazo. También puede deberse a malformaciones o estrechamientos en los vasos sanguíneos cercanos al oído (como la arteria carótida o la vena yugular), a tumores benignos que afectan la circulación en esa zona, o a infecciones del oído medio.
En algunos casos, el acúfeno pulsátil puede estar relacionado con trastornos más serios, como una malformación arteriovenosa, un tumor glómico o una estenosis de los vasos sanguíneos. Por eso, aunque a veces no sea peligroso, nunca debe ignorarse si aparece de forma repentina, persiste por varios días o interfiere con la vida diaria.
Es recomendable acudir al médico si el sonido se vuelve constante, si se presenta acompañado de pérdida de audición, dolor, mareos o presión en el oído, o si afecta la calidad del sueño y la concentración. El especialista puede solicitar estudios como audiometría, resonancia magnética o angiotomografía para determinar la causa exacta.
El tratamiento del acúfeno pulsátil depende de la causa. Si se trata de un problema circulatorio, puede manejarse con medicamentos o intervenciones específicas. En los casos donde no se encuentra una causa clara, se pueden emplear terapias para ayudar a la persona a tolerar mejor el sonido, como técnicas de relajación, terapia de sonido o el uso de audífonos especiales.
El acúfeno pulsátil no siempre es signo de una enfermedad grave, pero sí es un síntoma que vale la pena explorar. Escuchar el propio pulso en el oído no es normal y puede tener una explicación médica.