Isoinmunización materno-fetal, incompatibilidad de Rh en el embarazo.
La isoinmunización materno-fetal ocurre durante el embarazo, cuando la sangre de la mamá y la del bebé no son compatibles. Esto suele pasar cuando la madre tiene sangre con factor Rh negativo y el bebé hereda sangre con Rh positivo. En ese caso, el cuerpo de la madre puede producir defensas contra la sangre del bebé, como si fuera algo extraño.
Durante el embarazo o el parto, una pequeña cantidad de sangre del bebé puede mezclarse con la de la mamá. Si eso sucede, el cuerpo de la madre empieza a crear anticuerpos contra el Rh positivo. El problema es que, en un siguiente embarazo, esas defensas pueden atravesar la placenta y dañar los glóbulos rojos del bebé.
Las consecuencias para el bebé pueden ser graves. Puede desarrollar anemia, ictericia intensa (color amarillento en piel y ojos), o incluso problemas en el corazón y el cerebro. En los casos más serios, el embarazo puede terminar en muerte fetal. Por eso es muy importante detectarlo y prevenirlo a tiempo.
Existen señales de alerta durante el embarazo que el médico puede identificar, como exceso de líquido en el bebé (hidropesía), un crecimiento más lento de lo esperado, o resultados anormales en estudios de sangre y ultrasonidos.
La buena noticia es que esta condición se puede prevenir. A todas las embarazadas se les debe hacer una prueba de sangre para conocer su grupo y factor Rh. Si la madre es Rh negativo, el médico puede aplicar una vacuna especial llamada inmunoglobulina anti-D, normalmente en la semana 28 del embarazo y después del parto, si el bebé resulta ser Rh positivo. También se aplica en otras situaciones, como abortos, embarazos ectópicos o algunos procedimientos médicos.
En los casos en que la isoinmunización ya está presente, el embarazo requiere un control más cercano. A veces es necesario hacer transfusiones de sangre al bebé dentro del útero o adelantar el parto si hay riesgo para su vida.
La isoinmunización por Rh es una condición seria, pero con chequeos médicos y medidas preventivas se puede evitar. Detectarla a tiempo protege la salud y la vida del bebé.
