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Trastornos de la conducta alimentaria, detectarlos y prevenirlos.


Trastornos de la conducta alimentaria, detectarlos y prevenirlos.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades que afectan la manera en que una persona se alimenta, piensa y siente con respecto a la comida, el cuerpo y el peso. No se trata de simples “caprichos” o problemas de vanidad, sino de trastornos complejos de salud mental que pueden tener consecuencias físicas y emocionales graves si no se atienden a tiempo.

Entre los TCA más comunes se encuentran la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, aunque existen otros menos conocidos. En todos ellos, la relación con la comida se vuelve conflictiva y se acompaña de una gran preocupación por el cuerpo o por el peso.

No existe una única causa. Los TCA surgen de una combinación de factores biológicos, psicológicos, familiares y sociales. Algunos de los más frecuentes son:

- Presión social por cumplir con ideales de belleza poco realistas.
- Baja autoestima o inseguridad corporal.
- Comentarios negativos sobre el peso o la apariencia.
- Antecedentes familiares de TCA o depresión.
- Experiencias de acoso o burlas relacionadas con el cuerpo.
- Cambios emocionales intensos en la adolescencia.

En América Latina, el acceso constante a redes sociales y los filtros que distorsionan la imagen también influyen en la percepción del cuerpo, sobre todo en adolescentes y jóvenes.

Padres y maestros deben estar atentos a señales que podrían indicar un problema:

- Cambios repentinos en los hábitos de alimentación.
- Saltarse comidas o comer a escondidas.
- Pérdida o aumento rápido de peso.
- Obsesión por contar calorías o hacer ejercicio excesivo.
- Comentarios negativos sobre el propio cuerpo.
- Aislamiento social, irritabilidad o tristeza frecuente.

Desde la infancia, podría ser posible reducir el riesgo de desarrollar un TCA. Entre las medidas que se sugieren están:

- Promover una imagen corporal positiva. Hablar del cuerpo con respeto, sin críticas ni comparaciones.
- No usar la comida como premio o castigo. Enseñar que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada.
- Modelar hábitos saludables, a través del ejemplo; comer bien, hacer ejercicio moderado y cuidar la salud sin obsesionarse con el peso.
- Fomentar la autoestima y la confianza. Valorar el esfuerzo, las habilidades y la personalidad, no solo la apariencia.
- Hablar abiertamente sobre el tema. Escuchar sin juzgar si un niño expresa inseguridades sobre su cuerpo.
- Supervisar el uso de redes sociales y enseñar a reconocer los contenidos poco realistas o dañinos.

El tratamiento de los TCA requiere un enfoque integral con apoyo médico, psicológico, nutricional y familiar. El objetivo es recuperar un patrón de alimentación saludable y, sobre todo, sanar la relación con la comida, el cuerpo y la mente.