El cáncer de mama es una enfermedad que puede presentarse de distintas formas. Una de ellas es el cáncer de mama triple negativo, un tipo menos común pero más agresivo, que representa alrededor del 10 al 15 % de todos los casos de cáncer de mama.

Se llama triple negativo porque las células cancerosas no tienen tres receptores que suelen estar presentes en otros tipos de cáncer de mama: el receptor de estrógeno, el receptor de progesterona y el receptor HER2, una proteína que promueve el crecimiento de las células.

Al no tener ninguno de estos tres receptores, el cáncer no responde a las terapias hormonales ni a los tratamientos dirigidos al HER2 que se usan con frecuencia en otros casos. Por eso, su tratamiento suele ser distinto y más desafiante.

El diagnóstico se realiza igual que en otros tipos de cáncer de mama. El primer paso suele ser una mastografía o un ultrasonido, seguidos de una biopsia, que permite analizar las células del tumor en el laboratorio.

En ese análisis se determina si el tumor tiene o no los tres receptores mencionados. Si da negativo en todos, se confirma el diagnóstico de cáncer de mama triple negativo. También pueden hacerse estudios adicionales para conocer el tamaño del tumor, si se ha extendido a otros órganos y para planear el mejor tratamiento.

El tratamiento depende del tamaño del tumor, su ubicación y si se ha propagado. Las principales opciones son:

- Quimioterapia: es el tratamiento más utilizado, porque este tipo de cáncer responde bien a ella. Puede administrarse antes o después de la cirugía.

- Cirugía: puede consistir en quitar solo el tumor (tumorectomía) o toda la mama (mastectomía), según el caso.

- Radioterapia: ayuda a destruir células cancerosas que puedan haber quedado después de la cirugía.

En algunos casos, se emplean nuevos tratamientos dirigidos o inmunoterapia, que estimulan al sistema inmunológico para atacar las células tumorales.

Los avances recientes han mejorado mucho las opciones de tratamiento y los resultados para las pacientes.

El cáncer de mama triple negativo tiende a crecer y propagarse más rápido que otros tipos. Sin embargo, muchas mujeres se curan, especialmente cuando el diagnóstico se hace en etapas tempranas.

La detección oportuna y el seguimiento médico son esenciales para mejorar las probabilidades de éxito.