Logo

Osteogénesis imperfecta; huesos de cristal.



La osteogénesis imperfecta, comúnmente conocida como enfermedad de los huesos de cristal, es un trastorno genético poco frecuente. Se caracteriza por huesos frágiles, propensos a fracturarse con facilidad.

Esta enfermedad afecta a la producción de colágeno, una proteína que proporciona estructura y resistencia a los huesos, lo que da lugar a huesos débiles y propensos a fracturas. La osteogénesis imperfecta es una enfermedad compleja y difícil que afecta considerablemente a la vida de quien la padece y su familia.


La osteogénesis imperfecta está causada principalmente por mutaciones en los genes COL1A1 y COL1A2, responsables de la producción de colágeno de tipo I. El colágeno es un componente muy importante de la estructura ósea, que proporciona fuerza y flexibilidad a los huesos, ligamentos, tendones y otros tejidos conjuntivos. Cuando estos genes mutan, la calidad y la cantidad de colágeno se ven afectadas, lo que provoca los síntomas característicos de la osteogénesis imperfecta.

Las personas con osteogénesis imperfecta pueden experimentar una amplia gama de síntomas, como fracturas óseas frecuentes, deformidades óseas, baja estatura, articulaciones laxas, pérdida de audición y esclerótica azul (la parte blanca del ojo aparece azul). La gravedad de la enfermedad puede variar significativamente: algunas personas sufren sólo unas pocas fracturas a lo largo de su vida, mientras que otras pueden sufrir múltiples fracturas que afectan a su movilidad y a su calidad de vida en general.

Logo


No existe cura para la osteogénesis imperfecta. El tratamiento está orientado principalmente en controlar los síntomas y prevenir las fracturas.

Puede incluir fisioterapia para mejorar la fuerza muscular y la movilidad, el uso de dispositivos de asistencia como sillas de ruedas u ortesis, y medicamentos para fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas.

Además, en algunas personas pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas. Esta enfermedad suele requerir atención médica continua, seguimiento frecuente y adaptaciones de la vida cotidiana.

Imagen 1