Dr. Enrique Cruz Guzmán
Las inmunoglobulinas (Ig) o anticuerpos son moléculas que forman parte de la defensa del organismo o respuesta inmune, con el fin de unirse a moléculas extrañas (antígenos) que sean consideradas un riesgo dentro del organismo. Se conforman por cadenas de otras moléculas, semejando una letra Y, en la que se unirá el antígeno a los extremos. Las Ig suelen estar presentes en el suero y en otros líquidos corporales, como las secreciones gástricas, leche materna, saliva, entre otras.
En la mayoría de los mamíferos existen cinco tipos diferentes de inmunoglobulinas, también denominados isotipos: IgG, IgA, IgM, IgD e IgE. De estos se derivan subtipos, que incluyen IgG1, IgG2, IgG3, IgG4, IgA1 e IgA2. El nombre de las inmunoglobulinas va de acuerdo con la composición principal de las moléculas.
La IgG constituye el 75% de todos los anticuerpos del organismo, y predomina en la segunda respuesta de defensa al reconocer un antígeno. Se encargan de la defensa contra bacterias, virus y algunos hongos que pueden ser transportados por el torrente sanguíneo y también son capaces de transmitirse al feto, como defensa, por medio de la placenta.
La IgM representa el 10% de las inmunoglobulinas totales, y son la primera defensa del organismo y el primer anticuerpo producido en recién nacidos, son capaces de detectar y combatir hongos, bacterias y virus que puedan causar algún efecto negativo.
Las IgA son la principal defensa presente en las mucosas del organismo, como la saliva, las lágrimas, el moco, secreciones gastrointestinales y del sistema respiratorio (tráquea, pulmones y otros), y en la leche materna, principalmente en el calostro. Impiden el ataque de los tejidos de los órganos (superficies epiteliales) que puedan ser atacadas por virus y bacterias inhalados o ingeridos, por ello se localizan en las vías respiratorias, tubo digestivo, vías urinarias, conducto reproductivo y boca.
En cuanto a las IgE, se encuentran en muy baja concentración en el suero de la sangre y solo viven de dos a tres días, pueden producir reacciones alérgicas. Los antígenos que la estimulan se llaman alérgenos, por lo que intervienen en la hipersensibilidad tipo I, llamada alergia, y también detectan alérgenos de la piel.
Por último, tenemos a las IgD, que representan el 1% y tienen una vida de dos a tres días, se localizan en los vasos sanguíneos (intravascular) y son las encargadas de dar las señales externas al sistema inmune.
Las inmunoglobulinas son de gran importancia en la defensa del organismo, ya que tienen la capacidad de identificar y contrarrestar los efectos negativos de múltiples sustancias extrañas. El correcto funcionamiento del sistema inmune, en particular de las inmunoglobulinas o anticuerpos, es vital para la defensa del organismo frente a agentes dañinos para la salud, su carencia podría provocar efectos mortales.
Referencias
• Montoya, Hugo. 2008. Microbiología básica para el área de la salud y afines. Editorial Universidad de Antioquia. Colombia. 255 pp.
• Romero, Raúl. 2007. Microbiología y parasitología humana. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires. 1725 pp.