imagen del artículo Anticuerpos monoclonales; una revolución en medicina

Anticuerpos monoclonales; una revolución en medicina


El intrincado sistema de defensa del cuerpo humano, el sistema inmunológico, produce anticuerpos, proteínas especializadas que reconocen y neutralizan invasores extraños como virus y bacterias. Los anticuerpos monoclonales son proteínas creadas en laboratorio que imitan la función natural de los anticuerpos, pero con una especificidad mayor, ya que se dirigen a antígenos únicos de células enfermas o de patógenos, ofreciendo un enfoque revolucionario para tratar diversas enfermedades con una precisión sin precedentes.

Para su producción los científicos fusionan células B, responsables de la producción de anticuerpos, con células de mieloma, lo que les permite replicarse indefinidamente. Estas células híbridas, denominadas hibridomas, producen grandes cantidades de anticuerpos monoclonales idénticos, cada uno de ellos diseñado específicamente para unirse a un único antígeno. Esta notable especificidad hace que un tratamiento tenga efectos únicamente en las células enfermas, sin afectar las sanas.


Las posibilidades a futuro de esta tecnología que está en constante expansión son enormes y variadas. En el ámbito de la oncología, los anticuerpos monoclonales han tenido éxito en el tratamiento contra el cáncer. Pueden dirigirse directamente a las células tumorales, liberando agentes citotóxicos o provocando el ataque del sistema inmunológico. El trastuzumab, por ejemplo, es un anticuerpo monoclonal utilizado para tratar el cáncer de mama HER2-positivo, mientras que el rituximab actúa eficazmente sobre células B específicas en determinados linfomas.

Los anticuerpos monoclonales también han demostrado ser útiles en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, ya que pueden neutralizar selectivamente las células inmunes responsables de la respuesta autoinmunitaria. El adalimumab, por ejemplo, actúa eficazmente contra los procesos inflamatorios de la artritis reumatoide, mientras que el infliximab alivia la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.


En los trasplantes de órganos se utilizan para impedir que el sistema inmunológico del receptor rechace el órgano. En cuanto a las enfermedades infecciosas, los anticuerpos monoclonales se utilizan también. Por ejemplo, el palivizumab protege a lactantes del virus respiratorio sincitial, y se están estudiando activamente como posibles tratamientos contra el VIH, la hepatitis C y otros agentes infecciosos.

Lamentablemente, su costo puede limitar el acceso de muchos pacientes a esta innovadora tecnología, además, los posibles efectos secundarios, requieren un seguimiento cuidadoso.

También te puede interesar