Los ovarios son las glándulas sexuales femeninas y tienen la forma de una almendra. Su función es secretar hormonas y liberar un óvulo cada mes. El cáncer de ovario se manifiesta cuando uno o varios tumores malignos se originan en el ovario.
Cualquier mujer puede desarrollar cáncer de ovario, pero es más frecuente entre mujeres mayores de 40 años, y más aun después de los 65. Los factores de riesgo incrementan en mujeres que hayan comenzado a menstruar antes de los 12 años, que fuman, que han padecido endometriosis o infertilidad, aquellas que tienen obesidad, o las que nunca han estado embarazadas. También se presenta con mayor frecuencia en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, o aquellas en las que se ha identificado una mutación específica en un gen llamado BRCA1 o BRCA2.
El embarazo y el parto parecen ser factores que disminuyen el riesgo de contraer cáncer de ovario. Algunos estudios sugieren que haber utilizado píldoras anticonceptivas durante más de 5 años también puede reducir el riesgo.
Lamentablemente, la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas, lo que dificulta el tratamiento y disminuye las posibilidades de éxito. Esto, en gran medida, se debe a que los síntomas son vagos e imprecisos, y es fácil que sean confundidos con aquellos que indican enfermedades menos graves. Estos pueden incluir hinchazón; estómago distendido; dolor abdominal, pélvico o en la espalda; sensación de indigestión al empezar a comer; fatiga o cansancio frecuente; estreñimiento o diarrea; falta de aire o dolor del pecho y deseos muy urgentes de orinar.
Es muy importante que todas las mujeres visiten al ginecólogo una vez al año, ya que los casos que se diagnostican de manera temprana se detectan mediante una exploración ginecológica de rutina, cuando la mujer no presenta ningún síntoma, lo que mejora las posibilidades de curación.
Según el tipo de célula donde se originó el tumor, se puede catalogar en tres tipos principales:
- Cáncer de ovario epitelial, que inicia en las células que cubren el ovario (epiteliales), es decir, en la capa más externa.
- Cáncer de ovario germinal, que inicia en las células que se encuentran en el interior del ovario y que forman los óvulos.
- Tumor del estroma: inicia en las células estromales, es decir las que producen las hormonas femeninas.
El tratamiento para el cáncer de ovario dependerá del tipo de cáncer, la etapa en que se encuentre y del estado general de salud de la mujer, entre otros factores; sin embargo, por lo general se utiliza una combinación de cirugía y quimioterapia.
