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Extracción de leche materna


La leche materna está ampliamente reconocida como la fuente óptima de nutrición para los recién nacidos. Aunque la lactancia materna directa es el método ideal, pueden surgir circunstancias que dificulten o impidan a la madre hacerlo en todo momento.

La extracción de leche materna ofrece a la madre la flexibilidad de proporcionar la mejor alimentación a su bebé, incluso cuando no puede amamantarlo directamente. Esto permite a la madre mantener un suministro constante de leche y garantiza que su bebé reciba los nutrientes esenciales, los anticuerpos y las propiedades de refuerzo inmunitario presentes en la leche materna. Además, la leche materna se puede congelar para su uso futuro o para donación.


La extracción regular estimula la producción de leche y ayuda a mantener el suministro de leche, sobre todo en los casos en que la lactancia materna directa resulta difícil. La extracción de leche también puede aliviar las molestias y la congestión, y prevenir problemas como la mastitis.

En el caso de los bebés prematuros o con problemas médicos, puede ser que inicialmente no sea posible darles el pecho directamente. En estos casos, la extracción de leche materna resulta muy útil. La leche humana es especialmente beneficiosa para los bebés prematuros, ya que es rica en nutrientes y anticuerpos, y les proporciona una nutrición perfecta y protección contra las infecciones, favoreciendo su crecimiento y desarrollo. Las madres que trabajan también pueden continuar la lactancia materna, si extraen y almacenan adecuadamente la leche en sus horarios de trabajo.

Para la extracción de leche, es recomendable que se haya establecido una buena lactancia materna al pecho. Si esto no es posible es muy importante que la madre tenga disciplina y paciencia. Lo ideal es contar con un buen extractor de leche, que además sea cómodo. Si te interesa extraer y almacenar tu leche, consulta con una asesora de lactancia.

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