Según un estudio realizado por Serena Spudich, catedrática de neurología en la Universidad de Yale, los síntomas neurológicos que aparecen en algunos casos de Covid-19, como problemas de concentración, dolores de cabeza, alteraciones sensoriales, depresión e incluso derrames cerebrales y psicosis pueden persistir durante meses después de la infección, en lo que se ha dado por llamar Covid largo.
El estudio publicado con el nombre "Perspectiva" en la prestigiosa revista Science, menciona que incluso los jóvenes con una enfermedad inicial leve pueden desarrollar síndromes neuropsiquiátricos. No se sabe si pueden desarrollarse consecuencias neurológicas imprevistas años después de la infección inicial, por lo que la especialista puntualiza la necesidad urgente de comprender la fisiopatología de estos trastornos y desarrollar terapias modificadoras de la enfermedad.
Los primeros informes sobre los síndromes neurológicos que acompañan al Covid-19 describían cambios en el nivel de conciencia o disfunción cognitiva, debilidad y dolor de cabeza en pacientes hospitalizados, que podrían ser atribuibles a cualquier enfermedad aguda grave con alteraciones respiratorias y metabólicas. Posteriormente, los informes de accidentes cerebrovasculares y de inflamación o desmielinización aguda del sistema nervioso central o periférico pusieron de relieve la afectación específica del tejido cerebrovascular y neural. A medida que aumentaba el número de casos en todo el mundo, se reconoció que el SARS-CoV-2 no solo induce síntomas respiratorios, sino que también puede afectar a múltiples sistemas orgánicos, como los riñones, el tracto gastrointestinal, el corazón y el cerebro.
La variedad de tiempos de aparición sugiere que estas condiciones tienen diversos mecanismos fisiopatológicos. Por ejemplo, las complicaciones cerebrovasculares coinciden con la aparición de los síntomas respiratorios, o incluso son anteriores a ellos, mientras que las afecciones inflamatorias centrales y de los nervios periféricos se manifiestan en una media de 2 semanas después.
A pesar de que en un principio se especuló con la posibilidad de que el virus pudiera entrar al sistema nervioso central, esto fue descartado a través de estudios muy específicos, sin embargo, se sabe que la activación inmunitaria y la inflamación dentro del cerebro son el principal motor de la enfermedad neurológica en el Covid-19 agudo.
Muchas de las personas que experimentan síntomas neurológicos después de haber padecido Covid-19 tienen menos de 50 años, y estaban sanas y activas antes de la infección. La mayoría no fue hospitalizada, lo que indica una enfermedad inicial leve.
Son esenciales los estudios neurológicos sistemáticos de individuos cuidadosamente fenotipados con síntomas neurológicos de Covid largo. Estos pacientes también suelen sufrir estigmatización, dificultades laborales y problemas de salud mental. Por lo tanto, se necesita certeza diagnóstica e intervenciones terapéuticas para abordar este importante problema de salud pública, concluye el estudio.
