El salmón es una extraordinaria fuente de ácidos grasos omega-3, que ayudan a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular, además de favorecer la función neuronal. Esta receta es una deliciosa manera de beneficiarte de las muchas propiedades de este pescado.
600 gramos de salmón, cortado en filetes
250 gramos de espinacas, lavadas y desinfectadas
250 mililitros de crema ácida
100 gramos de queso manchego rallado
2 cucharadas de cebolla, picada finamente
1 kilo de pasta hojaldrada
1 huevo
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1. En un sartén amplio calentar el aceite de oliva y poner a acitronar la cebolla picada.
2. Cuando se haga transparente, añadir las espinacas cortadas en pedazos medianos. Salpimentar al gusto.
3. Cocinar las espinacas a fuego medio durante un par de minutos, hasta que reduzcan de tamaño.
4. Agregar la crema y el queso. Rectificar sazón y reservar.
5. Extender con un rodillo la pasta hojaldrada y cortarla en rectángulos, que sean aproximadamente tres veces más grandes que los trozos de salmón, para poder envolverlos perfectamente.
6. Precalentar el horno a 180 °C.
7. En cada rectángulo de pasta hojaldrada colocar un pedazo de salmón y distribuir las espinacas por encima del pescado.
8. Cerrar la pasta hojaldrada pieza por pieza, procurando sellar bien los bordes con los dedos.
9. Batir el huevo y barnizar por encima cada uno de los hojaldres.
10. Hornear de 15 a 20 minutos y servir.