La trombosis es una condición médica que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre dentro de un vaso sanguíneo. Este coágulo, conocido como trombo, puede bloquear el flujo sanguíneo, lo que puede llevar a complicaciones graves si ocurre en órganos vitales como el corazón o el cerebro.

Nuestra sangre tiene un sistema natural de coagulación que ayuda a detener el sangrado cuando hay una herida, por ejemplo, si nos cortamos. Sin embargo, a veces este sistema se activa cuando no debería, formando coágulos dentro de las venas o arterias. Esto puede suceder debido a factores como:

- Daño en los vasos sanguíneos, como después de una cirugía o una lesión.

- Alteraciones en la coagulación sanguínea, como las causadas por ciertas enfermedades, medicamentos o factores genéticos.

- Flujo sanguíneo lento, que puede suceder al estar sentado durante mucho tiempo o al tener las piernas cruzadas.

Existen dos tipos principales de trombosis:

- Trombosis venosa profunda, que se produce cuando se forma un coágulo en una vena profunda, generalmente en las piernas.

- Embolia pulmonar que ocurre cuando un fragmento de un coágulo sanguíneo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, bloqueando una arteria pulmonar.

Los síntomas de la trombosis pueden variar dependiendo de la ubicación del coágulo y su tamaño. En el caso de trombosis venosa profunda, se puede sentir dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona afectada, como un pie o la pierna. En el caso de la embolia pulmonar, puede presentarse dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos.

Es importante señalar que la trombosis es una condición médica grave que requiere atención inmediata. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, consulta a tu médico lo más pronto posible.