
¿Qué es el cáncer?

Nuestro cuerpo está compuesto por miles de millones de células, que se organizan en tejidos y órganos. Normalmente, estas células crecen, se dividen y mueren de manera ordenada, siguiendo un proceso natural que mantiene el equilibrio del organismo. Sin embargo, en algunos casos, este proceso se altera y las células empiezan a multiplicarse sin control, dando lugar al cáncer.
El ADN contiene las instrucciones que indican a las células qué hacer y cómo funcionar. Cuando el ADN se daña, pueden suceder mutaciones genéticas y las instrucciones pueden alterarse, haciendo que las células se comporten de manera anormal.
El cáncer comienza cuando, debido a las mutaciones, una célula empieza a dividirse sin control. Estas células pueden formar un tumor, que es una masa de tejido anormal. No todos los tumores son cancerosos. Los tumores benignos no se extienden a otras partes del cuerpo y, en general, no representan una amenaza grave. Por otro lado, los tumores malignos pueden invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático. Este proceso se conoce como metástasis.
Algunos factores que pueden facilitar su desarrollo son:
- Factores genéticos: Algunas personas heredan mutaciones que aumentan su riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
- Factores ambientales: La exposición a sustancias químicas tóxicas, radiación ultravioleta, humo del tabaco y otros agentes puede dañar el ADN.
- Estilo de vida: Hábitos como una mala alimentación, falta de ejercicio, consumo excesivo de alcohol o tabaquismo pueden aumentar el riesgo.
- Infecciones: Algunos virus y bacterias, como el virus del papiloma humano (VPH) o el Helicobacter pylori, están vinculados al desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
No siempre es posible prevenir el cáncer, hay medidas que pueden reducir significativamente el riesgo, como mantener un estilo de vida saludable, evitar el tabaco, protegerse del sol y vacunarse contra virus relacionados con esta enfermedad. Además, realizarse chequeos médicos regulares y pruebas de detección temprana puede ser clave para identificar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más tratable.